ROCES
El más leve roce de tu piel
me hace vibrar el alma.
Aun no he logrado entender,
porque esta necesidad de dermis,
analgésico que estalla.
El mas leve roce de tu cuerpo,
sin querer,
-o quizás buscándolo-
y sin saberlo aun,
gesta sensaciones nuevas,
que me confunden,
que me desbordan,
que me avasallan.
El más leve roce de nuestras manos,
camufladas en amistad sincera,
es la excusa de mentirnos
y engañar otras miradas.
Sin explicaciones,
sin palabras,
con silencios,
y largos suspiros que nos separan.
Y tu mirada
en mi posada, - me irrita-
me enerva,
porque sé que adivinas,
lo que mis labios callan.
La música flota en el aire,
la noche cómplice de
palabras guardadas.
Dos en una mesa,
con los astros que los escoltaban.
El murmullo de un agua mansa que
en las cercanías proclama,
esta necesidad de aplacar fuegos,
- que nos torturan-
- que nos matan-
para extinguir este infierno,
donde asentamos nuestra morada.
del libro: "Rozando el Alma"
1 comentario:
Me encantó este fragmento Graciela, un saludo... desde hace muxo k no sé nada de ti.... Desde Perú un abrazo tua migo Eduardo...
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