ESTE CUENTO FUE ESCRITO CON LA PARTICIPACION DE PATRICIA TORRES MI COMPAÑERA DEL TALLER LITERARIO Y DE LOCURAS LITERARIAS.GRACIAS PATRI!! sos una grande, a ver cuando tenes tu propio blog?
CUENTO: SIN ALAS
Desde los confines del mundo, allí adonde los hombres no saben de nuestra existencia y donde pocas mujeres lo saben a ciencia cierta, escuche tu llamado cuando invocaste mi nombre, resonó como un eco haciendo temblar la tierra, vibraban los árboles, y hasta el mismísimo cielo clamó tu grito de ayuda.
El gris plomo lo invadió todo y un destello cruzó el aire, abriéndose el cielo en forma de grieta por la que traspasó un rayo, presentándose ante mis ojos hasta enceguecerme. Solo ahí comprendí que tu llamado era urgente, solo ahí comprendí que clamabas por mí presencia, porque una vez más volviste a invocar mi nombre.
Comprendimos la situación y nos reunimos en asamblea a estudiar la prioridad de cada caso, nadie contradijo mi destino, todas acordaron que debía partir lo más pronto posible.
Dos de mis pequeños amigos salieron de su escondite cuando escucharon la corneta que solemos tocar en señal de una partida, y así es que acudieron a ayudarme a ensillar a mi fiel compañero Nefares, mi bello caballo halado color blanco. Tricia me acercó una muda de ropa que suelen usar los seres humanos, la cual guarde cuidadosamente en una alforja; y cuando ya me disponía a apearme al caballo, llegó .Dameres con un mapa en su mano, indicándome el camino hacia el sitio correcto donde montaría mi nuevo habitad, en el cual por un largo tiempo permanecería viviendo para llevar a cabo el plan urdido.
Dispuesta ya a partir después de haber escuchado miles de consejos por parte de Tricia la cual era especialista en hacernos recordar los peligros que acechan en el mundo humano y que las hadas no estamos aun preparadas para sopórtalos, se presento ante nosotras. Amber la secretaria de nuestra Reina Madre, me alcanzó dos cantimploras conteniendo en cada una algo realmente especial para cada ocasión, la color blanco contenía un a poción mágica que me haría cambiar de apariencia cada vez que me fuera necesario, la segunda de color negro contenía un exilir que solo debía tomar en casos de suma urgencia por sí las cosas se complicaban. Por lo que deduje que al darme el segundo envase, eso auguraba un mal presagio.
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Y así fue que atravesé el bosque, para dirigirme a cima de la montaña Tout , desmonté de mi caballo y alcé los brazos al cielo en señal de bendición, e invoque a toda la madre naturaleza para que me diera la fuerza necesaria para llegar a mi destino y poder realizar una vez mas mi obra con absoluta tranquilidad y paciencia, algo tan necesario para comenzar un trabajo, y que según nuestros libros de sabiduría los hombres carecían de esta virtud tan necesaria.
Me senté en el suelo para sentir el contacto con la madre Tierra, y cruzada de piernas comencé a meditar, cayendo en un profundo trance, allí pude verte, conocí tu rostro de dolor , percibí al tacto tus lagrimas que caían como gotas de rocío entre mis manos, pero nunca me viste, ni me oíste, solo vi levantar tu cabeza buscando una presencia, quise quedarme más tiempo contemplándote, pero ya no era posible, comencé a sentir el mismo dolor humano, que estabas padeciendo, y eso no nos está permitido, las hadas somos inmunes, jamás debemos sentir, jamás debemos tener sentimientos, solo fuimos creadas para ayudar a los demás, y en alguno de los casos para llenar bellas paginas de cuentos infantiles escritas por algún ser humano que no dudo de nuestra existencia.
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Emprendí mi camino con una profunda carga de energía, que me hacia sentir mas inmune que nunca, atravesamos largos senderos, cruzamos pantanos y cuando ya nos fue posible en la planicie, Nefares remontó vuelo hacia lo mas profundo del cielo, no recuerdo cuanto tiempo nos mantuvimos en lo alto, cuando divise tal como lo había visto en el mapa, la grieta en la ladera de la montaña Outrop, allí descendimos para ya despedirme de mi halado amigo, de aquí en más yo sola debía proseguir mi marcha, me introduje en la grieta y bebí el liquido de la cantimplora blanca, y en pocos segundos mi apariencia se había convertido en la de cualquier mortal, mis alas comenzaron a desaparecer y cambie mi ropaje, comencé a andar por el angosto camino hasta llegar a un túnel que salía a la superficie.
Ahí encontré un sendero, y por el me dirigí de acuerdo a lo que me presentaba el mapa antes mis ojos, fueron muchos los kilómetros de camine de día, y llegada la noche acampe bajo un hermoso árbol de cerezos, algo fuera de lo común para estar ahí plantado ya que no cuadraba con el paisaje del lugar.Saque de la alforja algo que comer, y un poco de agua, porque las hadas también comemos y bebemos, aunque podamos pasar meses sin hacerlo, pero creía que ingiriendo alimentos podía recuperar la energía perdida, me recosté sobre el cerezo y comencé a mirar la Luna, nuestra diosa, nuestra guía.Le rogué que mi misión fuese llevada a cabo sin complicaciones, le pedí la sabiduría necesaria para no equivocar el rumbo y no temer lo que me esperaba mas adelante.
Cansada me dormí, no se cuanto tiempo, porque ya despuntaba el sol, cuando una voz me sobresalto;
- ya despiértate tienes que seguir tu camino!
Miré a todos lados y no encontraba el emisor de aquella frase, de pronto el árbol se movió sacudiéndome, me levante presurosa y exclamé:
- Hey que haces?
El ciruelo respondió a mi pregunta:
- solo te despierto, ya debes comenzar a empacar para seguir tu viaje
- como lo sabes? Y quisiera saber como es que tu hablas, sino estoy en mi mundo
- Muy fácil bella niña, solo tú me escuchas, solo tu me ves moverme, soy un mensajero del tiempo, permanezco aquí erguido para ayudar a los viajeros y en este caso a ti.
- Pero veo que eres testigo de todo y lo sabes todo, me pregunto si sabes adonde voy también?
- Si! Claro que lo sé, vas a acudir a un llamado de auxilio, de una chica que esta dejando de creer en las hadas, porque su mundo se está tornando gris.
Me quede perpleja, su respuesta era exacta.
- en efecto has acertado. Asentí con mi cabeza
- ya te dije todo lo se, todo lo veo. Y ya márchate que llegaras tarde.
- Si tienes razón, pero dime tú conoces a esa niña?
- Yo conozco solo tu pensamiento y si ella esta en el, entonces también la conoceré.
- No sé muy bien si la conozco, solo sentí su llamado y una vaga imagen se presento ante mí. Crees que pueda reconocerla en el mundo de los mortales?
- Claro, ella te espera ansiosa, pero debes saber una cosa, ella no debe saber que eres su hada, la que acude a su llamado.
- Sí eso lo se, tendré cuidado de no darme a conocer tan pronto, o quizás nunca. Mejor dicho haré lo necesario para que ella crea en mí como su amiga, nada más que eso.
- Solo te deseo suerte! Y a tu regreso espero ya tener cerezas para deleitarte el paladar.
- Gracias. – solo le respondí
Recogí mis cosas y me marche, por el sendero que se internaba a un bosque.
Si, un bosque tan maravilloso y mágico como el mío.
Un bosque con sus sonidos, con sus gemidos, con sus olores, con la música y melodía creada por todos sus habitantes, y de pronto….otro bosque, de cemento, con gente llena de apuros, con pesares y cargas de egoísmo, con necesidad de hacer dinero, con niños sin tiempo de jugar ya que transcurrían la mayor parte del día corriendo tras sus padres que los colocaban en transportes para ir a la escuela o los llevaban, también corriendo a la casa de algún pariente para continuar la jornada, para recogerlos corriendo para volver a casa, también corriendo comer, bañarse, dormir corriendo, para poder comenzar en el próximo amanecer una nueva carrera contra el tiempo.
¡Por todos los Dioses! ¡¿Qué es esto!? Me pregunté algo asustada.
Al llegar a una esquina, impulsada por fuerzas superiores, la vi con la vista enrojecida y un movimiento en la cabeza similar al que realiza quien está siguiendo el compás de una melodía. Había una botella en el suelo, el contenido tenía un fuerte olor y todos tomaban del pico en forma desesperada, no fuese que al compañero le tocase un sorbo más. También se pasaban unos cigarrillos finitos de olor fuerte, algunos, se metían en la nariz un polvo blanco mediante fuertes aspiraciones. Todo era un caos, me invadió una gran tristeza. Algunos vomitaban, otros se reían sin motivo para terminar llorando a gritos y algunas buscaban en el cuerpo de su amigo un poco de amor, un acercamiento que le diera sentido a esa pútrida existencia.
Volví a mirarla y comprendí que era una tarea demasiado difícil. Me senté impotente, no supe por donde debía comenzar, entonces lloré, lloré hasta que mis ojos quedaron secos y me quedé dormida junto a ellos, quienes no repararon en mi presencia.
Al despertarme, Abril, mi muchacha, estaba dormida a mi lado. No supe que hacer ni que decir. Mis fuerzas flaquearon… ella, abrió sus ojos y en ellos sólo pude ver una súplica, constante, dolorosa, sincera y desesperada.
_Por favor, necesito ayuda. Me dijo.
_Por eso estoy aquí. Respondí con mis fuerzas renovadas.
El camino no fue fácil, mi querido cerezo, fueron años de lucha, de esfuerzos, de dolores, pero…lo hemos logrado.
_Exquisita tu fruta, arbolito mágico, dijo Abril con esperanzas de ser aceptada.
_Come de ella hasta saciarte. Dijo el cerezo dijo el cerezo con intención de mostrar su agrado.
_Basta de charla, amigos, llega Nefares, mi fiel caballo alado, seremos dos para montarlo en el camino a mi mundo. Dijo el hada con tono triunfal en la vos.
_ Pero…hada, eso está prohibido, es imposible, tu bien lo sabes…tus compañeras no permitirán que una humana habite en vuestro reino. Dijo el árbol algo asustado.
Las dos rieron a carcajadas eufóricas y contestaron:
_ ¿Imposible? ¡No hay nada imposible!
El hada se despojó de sus vestimentas humanas y las alas de su espalda comenzaron a desplegarse. Abril, también tiró sus ropas sin que su desnudez le molestara. Sostenía muy fuerte en la mano derecha el frasco negro que el hada no había usado, que contenía el elixir que se debía ingerir sólo en caso que las cosas se complicaran…. Cosa no muy factible a estas alturas, ya que en la espalda de Abril comenzaban a desplegarse las alas que habían estado guardadas por demasiado tiempo.
Patricia Torres y Graciela Zecca(torment@) 2007
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