viernes, 30 de marzo de 2007

LA SEDUCCION II (RELATO)


LA SEDUCCION (II)

La noche
Se apagan las luces, la noche avanza con su quietud, los cuerpos reposantes se desprenden de toda la nefasta carga acumulada después de una larga jornada, mientras que otros, aun con el cansancio del día prosiguen su marcha interminable y se desafían cada noche.
Millones de cables conectados en red, monitores encendidos en habitaciones en penumbra o quizás a plena luz; testigos y cómplices de ese momento, que cada uno juega a ser diferente, juega a ser lo que no es, total nadie te ve, total nadie te mira a los ojos....

El sentir
Quizás fue una noche, o porque no una mañana, un momento, un instante, mágico, sublime, único; esos que todos anhelan, esos ... que a veces nunca llegan.
Pero un día sucede, y en ese instante precisamente ese, no se deja escapar, así de repente apareces, no te veo, no te oigo, no te siento, pero sin embargo estas...
Quizás fue de esa noche, un encuentro casual, miles de personas entre nosotros, y sin embargo tan solos, tan distantes. Solos tú y yo, palabras, iconos, símbolos, signos, un nuevo alfabeto, una nueva manera de comunicarse.
La inseguridad de no ver, de no oír, el solo imaginar, pensar, y hasta a veces llegar a soñar.
Días, horas, esperando eso momento, el nuestro.
Con el pasar del tiempo se llenaron espacios, el tuyo y el mío. Tan solos, tan tristes, tan vacíos.
La distancia se acorta en ese momento, te siento al lado mío, pero el tiempo nunca avanzada, parece detenido.
Todas las sensaciones de bienestar juntas, pero nada es real, todo se desvanece cuando se apaga el monitor, y después que?.....
Todo se confunde, hasta llegas a pensar que lo has imaginado.
La crueldad de volver a lo real, lo monótono, lo cansino y ese vacío que oprime el pecho, que avasalla, que tortura, y que castiga.
Hasta el tiempo con lentitud se mueve y la distancia vuelve a ser inmensa, volver a andar a tientas por la vida. Quizás nunca tengamos nuestro momento,
quizás nunca te vea a los ojos, o tome tu mano entre la mía, sienta el calor de tus abrazos, tu mirada, tu sonrisa, hasta ni llegue a conocer tu voz y quien sabe si tu foto será genuina, tu mundo, tu vida, un nombre inventado al azar, y mil palabras que quedaran en el olvido.

El final
Se apagan las luces y el sol anuncia el despertar a un nuevo día, volver cada uno a su trabajo, a su vida; pero antes sacarse la mascara que se ponen cada noche, jugando un juego de seducción, jugando un juego de doble vida, un juego que obliga a cruzar limites prohibidos, un juego cuyos jugadores nunca se darán por vencidos
.

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